lunes, 3 de octubre de 2011

16 - Julio - 2011 Vuelta Al Corral Del Diablo


Foto de los pocos Pisapraos que nos animamos a subir al Corral del Diablo (2366 metros).
Hemos ido muchas veces a la Laguna de la Nava pero nunca habíamos dado la vuelta al circo, unas veces porque te quedas en el césped medio tirado, otras porque ya llegas un poco tarde, asía que esta vez no teníamos ninguna excusa para no hacer todo el circo.



Dejamos los coches en el puente de la Yuntas e iniciamos la marcha por una pista bastante amplia, con una inclinación no demasiado pronunciada.



Después de unos 25 minutos andando, llegamos a una portezuela cerrada, en donde se termina la pista y empieza propiamente la garganta de la Laguna de la Nava. El camino esta muy bien señalizado tanto por unos grandes hitos, como por una buena trocha fácil de andar.



El inicio de la garganta es bastante abierto...



para más adelante ir cerrándose y estrechándose. El camino también pasa de ser una trocha con hierba a un camino de piedras muy bien construido.



Ya estamos muy cerca de la laguna y vamos dando vista al Corral del Diablo, nuestra meta.



En la laguna, hacemos una pequeña parada para reponer algo de líquidos y tomar algo de fruta, así como para decidir porque lado subiremos y por cual bajaremos, pues queremos dar toda la vuelta al Corral Del Diablo.



La laguna luce en toda su plenitud y según vamos ascendiendo por la parte izquierda de la misma, no podemos más que darnos la vuelta y admirarla.



Esta parte de la marcha, a partir del inicio de la subida al Corral, no esta muy bien señalizada, pero no importa, porque siempre vas por el borde del circo que rodea a la laguna y no tiene ninguna perdida; aunque de todas las maneras algún compañero puso algún hito para que sirviera como referencia.



Continuamos subiendo, pero de vez en cuando hacemos alguna parada para disfrutar de la vista de la Laguna.



Los Pisapraos llegando al hito que marca la zona más alta del Corral del Diablo.



En la cumbre hacemos un algo para comer y a la vez para disfrutar del paisaje.



Así como para, por medio del GPS manual de Pablo en donde apunta tiempos, hace croquis de la sierra,etc... intentar controlar todo lo que vemos y ponerles nombres a los picos que divisamos.



Después de comer y descansar un ratito, continuamos nuestra marcha para intentar bajar por el lado contrario al que hemos subido.
La primera parte de esta bajada es bastante abrupta, con muchos bloques de piedras que tenemos que ir sorteando con mucho cuidado.



Desde esta parte de la marcha, intentamos controlar otros caminos para futuras marchas y no ir siempre a los mismos sitios por los mismos caminos, sino intentar cambiar de rutas.



Otra parte de la bajada con bastante piedra suelta.



Ya damos la vuelta al Corral del Diablo y llegamos a un punto en el cual, iniciamos el descenso con dirección a la Laguna de La Nava, con el fin...


de podernos dar un buen chapuzón en sus cristalinas aguas, ya que el calor aprieta y vamos bien de tiempo.



Y como el día invitaba a ello, aquí vemos a los intrépidos Pisapraos, disfrutando como enanos del baño en las frías, que no gélidas, aguas de la Laguna.



Una vez reconfortados, tanto por dentro como por fuera y con la fuerzas intactas, iniciamos el camino de vuelta hacia el punto en donde hemos dejado los coches.



Otro momento de la bajada por la zona más escarpada de la marcha.



Ya nos queda poco camino de vuelta y no queremos irnos sin echar un último vistazo a la zona por donde hemos estado caminando.



Llegada al puente de las Yuntas en donde tenemos aparcados los coches; ahora nos adecentaremos un poco para más tarde irnos hacia Navatejares a dar buena cuenta de unas jarras de barro bien frías llenas de cerveza.



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