Hoy nos hemos juntado pocos para salir, pero la foto del grupo no podía faltar.
Aparcamos el coche en el pueblo abulense de la Aliseda de Tormes e iniciamos la ruta por una pista que durante una hora (aproximadamente) nos ira subiendo suavemente hacia nuestro destino.
Durante el camino, nos vamos encontrando pistas alternativas que vamos dejando a un lado, pero que quizás en otro momento exploraremos.
Abandonamos el camino principal y cogemos un pseudocamino muy poco transitado pero que gracias a las hitos que nos vamos encontrando nos conducirán al destino final.
Muchas veces perdemos la senda o es que tal vez ni exista y como actualmente dicen los periodistas futbolísticos, tenemos que ir "inventándonos" el camino.
Pero cada paso es una nueva sorpresa y en este caso una cascada que parece nacer en la misma piedra.
Al fin descubrimos una buena y amplia trocha que nos llevará hasta lo alto de la Barrera de Quebranarices.
Llegamos a la zona más alta, y al fondo podemos contemplar el Risco de los Pajaritos.
Antes de llegar a nuestra meta, aún nos quedan por superar ciertas dificultades.
Pero en toda marcha es necesario hacer alguna parada y este es buen mirador. Aprovechamos el tiempo para comentar todo lo que vemos desde esta privilegiada habitación con vistas; a nuestro pies se nos presenta en toda su plenitud y extensión la Garganta de Navamediana y al fondo podemos admirar la barrera que separa las Gargante de Bohoyo y Navamediana.
Continuamos la marcha y nos disponemos a pasar por una zona de piornal florido, pero ya en decadencia, aunque todavía conserva mucha belleza.
Esta es la zona conocida como la Cuerda de los Copetes.
Volvemos a meternos en líos; estos caminos están muy poco transitados y debido al tiempo, a la vegetación y a la dejadez humana, se han ido perdiendo.
Llegamos a nuestro destino y la suerte hace que nos encontremos con los "mayores" de los pueblos de Navamediana y la Aliseda que han subido hasta aquí para revisar y, si es necesario, arreglar la valla de separación de ambos pueblos.
Se quedan un rato charlando con nosotros, y nos invitan a degustar un buen vino en una de las típicos botas, así mismo nos hacen firmar en el libro que han dejado en el chozo del Regajo Largo.
Hora de la comida resguardados del frío y del viento que hace, y aunque parece que amenaza lluvia debido a las nubes oscuras que se están formando, nos quedamos muy tranquilos pues con las personas que coincidimos en el refugio nos dijeron que no iba a llover.
Después del café, la copa y el puro, sacamos los mapas para saber que nos queda cerca y echar un vistazo a todo lo que nuestra vista alcanza.
Dejamos atrás el chozo y nos dirigimos hacia...
...la fuente Venero Pascual (2050 metros), la cual deja escapar un agua de lo más fresquita.
No descendemos por el mismo lugar, sino que hoy tenemos programada una marcha circular.
Después de dejar atrás la fuente, nos disponemos a rodear por arriba la Hoya Pascuala, lugar en que ya hemos estado varias veces, pero en su zona baja; y para ello nos dirigimos hacia la Cuerda de los Bocines (en otros mapas figura como Cuerda de Majalapeña) que separa la Hoya Pascuala de las Hoyuelas.
Y aunque hoy no hace mucho calor, tenemos la suerte de encontrarnos con otra fuente.
Seguimos descendiendo y en este momento nos encontramos en una zona de prados conocida como la Barrera de los Corzos, desde donde podemos contemplar las hoyas Pascuala y Sanchona y la zona por donde ascendimos por la mañana.
Algún miembro de grupo, al cruzar la Garganta de los Tejos, se vio sorprendido por una lluvia de piedras que parecían caer del cielo.
El grupo, ya más relajados, pasando por un prado florido.
La marcha ya va tocando a su fin, estamos muy cerca de coche y todos tenemos la sensación de haber aprovechado bien el día y haber disfrutado de la marcha.
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