Los Pisapraos descansando en un bar de Candeleda, una vez finalizada la marcha.
No pensaba poner en el blog esta marcha, puesto que no la organizamos nosotros, sino que fue preparada por el grupo de Montaña Almanzor de Ávila, pero como fuimos muchos miembros de nuestro grupo, pues me he animado a poner unas cuantas fotos de esa marcha.
La marcha comienza en la Plataforma de Gredos, para más tarde dirigirnos, en un cómodo ascenso, hacia el Puerto de Candeleda.
(Los miembros del grupo, subidos en una piedra con forma de caballito, y es que el espíritu infantil está muy presente en estos muchachos).
El Puerto de Candeleda será el punto más alto de nuestra marcha, a partir de aquí y hasta el Pueblo abulense de Candeleda, todo será bajada.
El grupo descendiendo hacia Candeleda.
Un pequeño alto en el camino, para reponer parte de las pocas fuerzas gastadas hasta ahora.
Continuamos nuestra marcha siempre en continuo descenso, que a veces será con bastante inclinación.
Un pequeño alto en el camino para inspeccionar el Refugio.
Dejamos atrás las trochas y comenzamos a andar por pistas forestales.
El buen día que nos salió invitaba a darse un baño en las gélidas aguas de la Garganta, y como siempre hay algunos valientes (o insensatos que nunca se sabe), pues se animaron a darse un buen chapuzón.
aunque la mayoría de los pisapraos nos limitamos a mirar.
Después de quedarse con una agradable sensación en el cuerpo y ya limpitos, llega la hora de comer. La mayor parte de la gente siguió camino adenlante, pero los pisapraos consideramos que este era un buen sitio para comer y así lo hicimos, disfrutamos del baño y de la comida...
(Chicas, atentos a los nuevos cuerpos Danone que se van a poner de moda este año)
para más adelante, cruzar el puente de la Garganta y continuar nuestra marcha e intentar agarrar a los demás miembros del grupo.
El camino se hace largo y ya cerca de Candeleda nos toca superar una pequeña subida.
Estamos cerca del pueblo, pero antes hacemos una parada para beber un poco de agua.
La marcha va tocando a su fin y ya estamos pensando en la cervezas fresquitas que nos tomaremos en Candeleda con unos buenos pinchos, para más tarde coger de nuevo el autobús que nos trasladará hacia Ávila.
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