21 - Febrero - 2009

1. Participantes

Asun, Asun, Magdalena, Petra, Luis, Moisés, Pablo y Vicente.

• Salida:

A las 9 horas del aparcamiento de la Marquesina.

• Desayuno:

Como siempre, tomamos un café con leche y churros.

• Inicio Marcha:

Sobre las 11 de la mañana desde la plataforma.

• Ruta

Salimos de la plataforma e iniciamos la ruta en dirección al Prado Pozas por la calzada, la cual se encontraba con bastante nieve, aunque no había mucho hielo como suele ser habitual.

Superado el puente sobre el río Pozas, iniciamos la subida hacia los Barrerones, la cual en invierno, se hace mucho más directa, pues no se vislumbra el camino a seguir. Una vez en lo alto, el paisaje del circo y de todos sus picos es impresionante, pero la visibilidad no fue muy buena y todo se veía con una ligera neblina tapando las cumbres.

Una vez que hemos disfrutado de las vistas, comenzamos el descenso dirección a la Laguna Grande de Gredos, pero a mitad del camino, y una vez que llegamos a la Majada de Adrián, ascendemos por la misma, pero no terminaremos de subirla y torcemos a la derecha para coger la Canal Norte?

El ascenso se hace dificultoso debido a la pendiente de la canal y algunas zonas presentan una nieve dura que gracias a los crampones, conseguimos superar. Asi mismo, el tramo final de la canal es algo parecido a una pared, por la inclinación, pero vamos haciendo como una especie de escalera y no sin esfuerzo, alcanzamos el final.

Llegados a este punto, hacemos un alto en el camino para reponer las ya un poco desgastadas fuerzas. Intentamos buscar un lugar que nos resguarde del viento que azota en lo alto, y localizamos un sitio un poco bajo y resguardado, que nos permite sacar la comida y dar buena cuenta de ella. Tomamos un caldo calentito, el bocata, la fruta y de postre tenemos dulces de navidad y café; todo un lujo de comida.

Recuperadas las fuerzas perdidas, iniciamos la marcha con la intención de alcanzar la cumbre del Morezón, pero debido a las inclemencias del tiempo (mucho frío y un viento muy fuerte), tomamos la decisión de encaminarnos hacia a Navasomera y dejar la subida para otra marcha.

En este punto, el viento ya no pegaba con tanta fuerza, por lo cual la marcha se hacía mucho más agradable. Pasado Navasomera, continuamos nuestro camino dirección al río Pozas, para lo cual tuvimos que coger una bajada bastante pronunciada, lo que hizo que nuestra marcha se ralentizara un poco. Ya en la márgen del río, no hacía nada de viento y se nos quedo un buen día. Casi dando por finalizada la marcha, llegamos de nuevo al Prado Pozas donde algunos dieron rienda suelta al espíritu infantil que llevan dentro.