Foto de Grupo realizada en un descansillo de unas de las canales que suben desde la Laguna Grande al Morezón.
Realmente, hay días en los cuales uno viendo las personas que se han presentado en el punto de reunión, no sabe el lugar al cual va ir, pero si esta convencido de que no vamos a ir de paseo sino que nos espera una buena paliza y este es uno de eso días.
Así mismo, la gente tenía ganas de pisar nieve y las raquetas se iban a convertir en compañeras inseparables durante todo el día, por lo tanto os podréis imaginar como iban a acabar nuestros pies.
Dejamos la plataforma atrás y todavía sin las ideas muy claras, paramos en el Prao Pozas para deliberar y decidir que es lo que podemos hacer.
y decidimos, en un primer momento, subir río Pozas arriba hasta los colgadizos.
Ya en esta zona, iniciamos la subida a la canal de los Colgadizos ( canal que ya habíamos hecho durante la marcha invernal con el Grupo De Montaña Almanzor).
Parte del Grupo en plena subida a la canal.
Una miradita atrás, y vemos que algún compañero se va quedando algo rezagado debido al mal estado de la nieve, pues esta demasiado blanda y muchas veces retrocedemos más que avanzamos.
Vamos concluyendo el ascenso y sin dejar de subir, tomamos dirección hacia al Morezón, pero como es un pico que ya hemos hecho muchas veces...
pues nos paramos otra vez a intercambiar opiniones sobre dónde podemos tirar la piedra y decidimos que podemos bajar hacía la Laguna Grande por la Majada de Adrián.
Y dicho y hecho, nos disponemos a bajar y debido a las condiciones de la nieve, muchas veces resbalamos y tenemos que echar o poner el culo sobre la nieve y deslizarnos, cuestión nada desagradable para gente, al contrario, se lo tomaron como un nuevo pasatiempo a juzgar por sus caras de felicidad.
Echando una ojeada al Cerro de los Huertos y a la canal de la Pluma para ver en que condiciones se encuentran, para posibles y futuras salidas.
Ya tenemos la laguna a la vista; a primera vista parece que sigue bastante helada y podremos pasar por encima, pero tendremos que ir con cuidado.
Pero antes de todo eso, un poco de coquetería femenina, Uy! perdón, que es para protegernos del sol y que no nos salgan zarpullidos; como podéis comprobar, cuidamos todos los detalles para la correcta realización de las marchas.
Un vistazo al Circo de Gredos...
y ya nos disponemos a cruzar la Laguna Grande,
para más tarde, tomar el camino que nos conducirá hasta el...
Charco de la Esmeralda, en donde nos hacemos la típica foto del grupo.
Tiempo para el descanso y para comer un poco, así como para decidir por donde haremos la subida.
Vamos saliendo de la Laguna, pero todos nuestras miradas se centran en la canales que bajan desde el Morezón hacia la Laguna; intentaremos coger una de ellas e intentar subirla con la raquetas.
Vemos una canal (con bastante inclinación) al alcance de nuestras posibilidades y nos lanzamos a por ella.
Poco a poco, vamos dejando la laguna por debajo de nosotros y despacio pero sin pausas vamos ascendiendo camino de Morezón.
¿Quién ha dicho que no existe el compañerismo y la solidaridad en la montaña?
La nieve cada vez esta peor e incluso con las raquetas a veces nos hundimos algo y tenemos que ir buscando alguna huella nueva o salirnos de ellas y hacer nuestra propio camino.
Una parada para esperar a los compañeros y para echar una ojeada al paisaje, que lo merece.
Continuamos la marcha, siempre hacia arriba.
Ya nos queda poco para llegar arriba; vamos con muchas ansias por culminar la subida de esta garganta, ya que ha requerido un gran esfuerzo por parte de todos,
aunque a alguno todavía le quedan fuerzas para acercarse a la cumbre del Morezón.
Después de una breve parada en la cima para reagruparnos todos y descansar un poco, iniciamos el camino de vuelta hacia el Prao Pozas, ya vamos teniendo ganas de llegar.
Pero antes hemos de reparar una avería mecánica en las raquetas de una compañera y como en el grupo tenemos especialistas en todos los terrenos, pues no hay ningún problema y en un momento todo estará solucionado y continuaremos el descenso.
Ya estamos cerca de la Piedra del Descanso y el sol aparece tímidamente entre las nubes.
Llegamos a la zona en la cual no queda nada de nieve y después de muchas horas de marcha, podemos quitarnos (gracias a Dios) las raquetas, con lo cual nuestros pies podrán descansar un poco.
Cuando alcanzamos por fin la Plataforma, ya quedan pocos coches pues ya es bastante tarde, pero a nosotros todavía nos queda tomar unas cañitas y unos pinchos, que a fe que nos los hemos merecido.
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